20 de mayo de 2007

Mirando de reojo me contesto...

No quiero parecer ateo, pero creo que en la vida pasan cosas que indudablemente Dios no tiene nada que ver.

Imagina que vas por una calle y ves un grupo de personas juntas hablando y moviendo las manos de manera desenfrenada con histeria y mucho movimientos en el alrededor en una esquina, te paras y piensas un minuto.


Que estará pasando hay ?


Podrías ir a ver no te costaría nada, entonces en el momento en que decides ir a ver que es lo que pasas ves que llegan mercenarios, ladrones, policías, abogados, prostitutas, delincuentes, muchas monjas, periodistas, gente de la tercera edad, investigadores, maricones, miembros del ejercito, vecinos del barrio, tu ex novia, las miles de amantes, tus amigos y porque no tus enemigos también, familiares, científicos, mecánicos, médicos, un sacerdote y un pastor de una iglesia cercana a la esquina donde hay tremendo misterio.

Te detienes y piensas algo te dice que no debes ir porque algo esta pasando e inefablemente tiene que ver contigo, no hay razón para pensar eso pero es lo que piensas.

Miras a tu alrededor y no reconoces a alguien cercano en tu familia y los que reconocen no son los que por lo general están cuando pasan cosas malas o muy buenas, no hay razón para ir a investigar si lo que esta pasando tiene peligro y nadie te ha llamado para que vallas, decides rápidamente que sin importar que esta pasando en esa esquina no es asunto tuyo, pueden ser un millon de cosas pero si no tiene que ver conmigo porque arriesgarme a ir a un sitio que nadie me dijo que buscara ni me avisaron que encontraría.

Te vas sigues tu camino y olvidas lo ocurrido, nadie te lo menciona y final del día los que lo vieron ya o olvidaron.

Es después de mucho tiempo ves en alguna revista de circulación mundial un articulo que habla de un misterio que no fue resuelto y que cautivo la imaginación de algunos mientras que cerro las esperanzas de otros, pero que definitivamente nadie entendió.


El artículo decía….

En algún lugar del mundo la misma mano de Jehová descendió y puso en medio de un camino en plena luz del día y a la vista de muchos curiosos un tesoro, un cofre lleno de oro y miles de milagros la perfección y la respuesta a la pregunta mes desdeñada de la humanidad…

El problema y revuelo que se armo fue porque el cofre tenia un nombre y solo lo podía abrir una persona en el mundo, en el cofre había una nota que decía que la persona que responda por ese nombre era el afortunado y dichoso. Solo tenía que llegar y tomar su regalo, pero el afortunado nunca llego.

Al final del artículo esta el nombre del dueño del cofre, es el tuyo.

Es que ni destino ni Dios son culpables de los falsos fracasos de tu vida o de los logros en tu existencia desde que nacemos venimos al mundo con todo para ser felices si es tu deseo ó millonario si es la forma en que crees que serás feliz, es el camino de vida que nos arrebata la confianza y nos convierte en seres misteriosos con miedo al azar y al suerte.

Somos nosotros lo que decidimos que queremos y que desechamos, la responsabilidad de tu destino descansa en tus manos, en medio del camino parado mirando la multitud es cuando descubres que el verdadero miedo de la vida no es a lo que sigue en la próxima esquina sino al miedo no ser mejor, eres bueno en lo que haces y en tu vida, pero cuando la cosas se ponen tensas tienes miedo a no poder ser mejor a lo que ya eres y decepcionar a alguien, pero sin saber que mientras estas parado estas decepcionando a la persona que menos debes decepcionar que eres tu mismo.

Esperas que en la vida se vuelva a presentar la oportunidad y no tener miedo solo seguir el camino y no volver a solo mirar nunca más.

Dios no tiene que ver es con el fracaso en primer lugar, no nos hizo para fracasar, eso es una elección más en nuestro libre albedrío, se nenecita tiempo para aprender eso. Afortunado aquel que algún día lo entendió.

2 comentarios:

Demetrix dijo...

Bueno... muy profundo y complicado el post, y me atrevo a comentar asumiento que entendi lo que querias expresar, (si no es asi, me corriges).

Creo que tienes total tazon en decir que el destino esta en nuestra manos, y somos nosotros los encargados de forjarlo y lograr que las cosas sucedan, y no esperar a que un golpe de suerte cambie nuestras vidas.

santuario dijo...

D: entendiste perfecatamente.